sábado, 14 de junio de 2008

y asi fue...como se apagó una luz

Fui a visitar al bebé que cuidé por tres meses y a su madre, una joven de 21 años que va por la vida “probando amores”, sin pensar en las consecuencias, ni en su hijo.
Nos sentamos a tomar unos mates, y mientras yo tenía al pequeño en mi falda, me contó que tuvo un atraso, entonces se inyecto “algo” para que “Andrés” no tardara más, no dio resultado, por lo cual decidió darse una segunda dosis…ahí si.-dijo ella.
Pero dos meses más tarde sucedió lo mismo, esta vez no recurrió a la inyección, sino que decidió (según ella) hacer algo más efectivo; introducirse una pastilla.
-“Pagué $400”, -yo, sin darle importancia al valor pregunté: ¿de quién es? Me respondió que no sabía y siguió con la historia.
A las 2.00 AM tuvo puntadas, sin darle demasiada importancia se acostó con su pareja, (en ese momento había vuelvo a “probar” con el papá del menor). Una hora más tarde se levantó, y vio como un liquito de transparente corría por sus piernas. Se asustó y despertó a su compañero, el le dijo – “¡ja ja! te hiciste pis” (queda totalmente demostrado el nivel cultural del hombre), después de un rato no solo perdía líquido amniótico sino también sangre, y mucha cantidad.
Como no cesaba, pensó que se iba a desangrar y quiso llamar a su suegra que vive en la casa posterior a la de ella; le costaba moverse, así que fue su “marido”; mientras tanto ella se fue al patio y se sentó en un balde, puesto que ya había empezado con contracciones.
¡Te juro que era un parto! –me dijo sonriendo, yo con mi mejor cara de asquerosa la miré, hice como si nada y seguí escuchando…ella estaba desnuda así que cuando su suegra venía corriendo, se levanto, y se envolvió con un toallón, cuando se paró sitió que tenía algo entre sus piernas.
-“¡Sacameló! le grité, yo ni loco me respondió él, mi suegra tampoco, y yo menos”.
-Así que en un acto de valentía, el señor, se puso en trapo en su mano, se arrodilló y como quien no quiere la cosa, “pegó el tirón”.
-¡era así! (y con sus manos me mostraba el tamaño de la criatura, que, por fuerza mayor, había llegado a este mundo 4 meses antes de lo esperado).
Esto no fue todo…con toda la preocupación del mundo, (pero sin demostrarla), le pregunté que hizo con ese bebé. Me respondió que no podía tirar lo a la basura, así que lo enterró ¡en el patio de la casa!.
Créalo o no, así fue como se apago una luz, la luz de una vida que no tenía la culpa de la inconciencia de sus padres.

2 comentarios:

AEZ dijo...

Qué decir...

Estas historias tan tremendas son las que te dejan casi sin palabras. Digo "casi" porque si no deberíamos colgar la birome, ¿no?

Saludos.

ani dijo...

Terrible. Me dio mucha tristeza. Y pensar que hay papás como los de tu post anterior que seguramente darían todo por recuperar la vida de su hijo.

Lo peor es que por lo que contás, no será la última vez que lo haga.